Diego Rivera, uno de los muralistas más icónicos de México, dejó un legado artístico inmenso, entre el cual destaca su mural «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central». Esta obra, ubicada en el Museo Mural Diego Rivera en la Ciudad de México, representa la historia, cultura y folclore de México a través de una impresionante colección de personajes. Uno de los elementos centrales del mural es La Catrina, una figura enigmática que ha trascendido las fronteras del arte para convertirse en un símbolo del Día de Muertos.
Es un mural cargado de personajes y simbología como veremos a continuación:
La historia de La Catrina
La Catrina fue creada a principios del siglo XX por el ilustrador José Guadalupe Posada como una caricatura social para criticar a los mexicanos que imitaban a la élite europea y despreciaban su herencia indígena. Originalmente llamada “La Calavera Garbancera,” fue bautizada como La Catrina por el propio Rivera, quien la integró en este mural como un símbolo de la relación entre los mexicanos y la muerte. La figura de La Catrina ha pasado de ser una sátira social a convertirse en un emblema del Día de Muertos y la cultura mexicana.
Personajes del mural y su significado
El mural muestra un recorrido por la historia y cultura mexicana con una mezcla de personajes históricos, figuras populares y seres ficticios. Algunos de los personajes más destacados incluyen:
- La Catrina: En el centro del mural, La Catrina es representada de forma majestuosa, ataviada con un elegante sombrero de plumas y con una expresión serena. Rivera la pinta del brazo de su propia versión infantil, reflejando una conexión personal con la obra y la muerte misma. La Catrina simboliza la aceptación de la muerte como parte de la vida, un tema fundamental en el Día de Muertos.
- Diego Rivera (niño): Junto a La Catrina, el artista se autorretrata en su niñez, tomándola de la mano. Esta representación simboliza la relación íntima que Rivera sentía con la muerte y cómo esta había estado presente en su vida desde la infancia. Este gesto también muestra la fascinación del propio Rivera por el misticismo y la cultura popular mexicana.
- Frida Kahlo: Justo detrás de Diego, vemos a Frida Kahlo, su esposa y también una artista reconocida. Frida sostiene una cinta en sus manos que cruza el mural y que contiene una frase simbólica: «Un sueño de una tarde dominical en la Alameda Central». Su presencia simboliza el lazo de amor y complicidad entre ambos artistas, además de representar la conexión de Frida con la cultura mexicana y su percepción de la vida y la muerte.
- José Guadalupe Posada: A la izquierda de La Catrina, Rivera rinde homenaje a José Guadalupe Posada, el creador original de La Catrina. Posada sostiene su brazo con orgullo, como si ambos compartieran el logro de haber creado una imagen simbólica. La inclusión de Posada es un tributo a su influencia en la cultura popular mexicana y en el propio trabajo de Rivera.
- Personajes históricos y figuras populares: El mural incluye otras figuras notables de la historia mexicana, como el político Benito Juárez, el emperador Maximiliano de Habsburgo, la emperatriz Carlota, y figuras populares como vendedores ambulantes y niños. Esta mezcla de personajes resalta la diversidad de la historia mexicana, sus conflictos y la convivencia entre las clases sociales.
Simbología en el mural
La muerte como figura central. La figura de La Catrina destaca por su posición central y su estilo ostentoso, lo cual resalta la tradición mexicana de ver a la muerte con una mezcla de respeto y humor. La Catrina no es solo una representación de la muerte, sino también un recordatorio de la igualdad que esta representa; es un símbolo de que, sin importar el estatus social, todos somos iguales ante la muerte.
La Alameda Central como espacio histórico. La escena tiene lugar en la Alameda Central, un parque histórico de la Ciudad de México, que durante siglos ha sido un punto de encuentro para diversas culturas y clases sociales. Al elegir esta ubicación, Rivera convierte el mural en una especie de recorrido histórico y cultural donde convergen diferentes épocas y personajes de México, simbolizando la pluralidad y la mezcla cultural del país.
Crítica social. A través de La Catrina y los personajes de clase alta que la rodean, Rivera realiza una crítica mordaz a la opresión de la élite sobre el pueblo mexicano, representando a aquellos que buscan ignorar o reprimir su identidad indígena y cultural. Esta crítica va de la mano con la sátira social que Posada había comenzado con su ilustración original de La Catrina.
Hoy, La Catrina se ha convertido en un ícono de la celebración del Día de Muertos. Esta festividad, que tiene raíces en las tradiciones indígenas de México, celebra la vida de aquellos que ya han partido. Con su elegante vestimenta y su pose despreocupada, La Catrina representa la manera única en que los mexicanos ven a la muerte: no como un final temido, sino como una parte natural del ciclo de la vida que debe celebrarse.
El mural «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central» nos invita a reflexionar sobre esta relación entre la vida y la muerte, la historia y la crítica social, mientras disfrutamos de una obra que fusiona tradición, arte y cultura en una de las piezas más simbólicas de México.
La Catrina de Diego Rivera en este mural es más que un personaje; es un símbolo que une las tradiciones prehispánicas y la crítica social del México moderno. Al observar este mural, somos transportados a un espacio donde la muerte y la vida coexisten, donde los personajes históricos se encuentran cara a cara con los temas que siguen siendo relevantes hoy en día. Sin duda, esta obra sigue siendo un referente visual y cultural para el Día de Muertos y para todos aquellos que buscan comprender la identidad y el espíritu de México.